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CIBERBULLYNG

La sociedad convive con la tecnología en su día a día, no nos imaginamos un día sin revisar nuestras redes sociales, escuchar música o un podcast en Spotify, ver algún video en youtube sobre gatos o simplemente buscar alguna información sobre ese viaje que queremos hacer. Sin embargo, a diferencia de los adultos, los niños y adolescentes en muchas ocasiones no comprenden sobre los peligros de las redes sociales y por supuesto, el internet. Aunque bueno, no es que los adultos sean de todo responsables sobre este tema pero a diferencia de nosotros, los niños y adolescentes están en una etapa crucial para su desarrollo cognitivo, trabajando en su autoimagen, su autoconcepto, identificando quienes son y por que son únicos gracias a esas características genéticas que nos hacen irrepetibles, a lo que por desconocimiento buscan información en páginas web o redes sociales donde la información que adquieren no es fiable ni segura, exponiéndose a ataques de desconocidos y por su puesto, conocidos, como compañeros de colegio.


En la internet, nos encontramos con uno de los peligros mas frecuentes en niños, niñas y adolescentes, algo que se ejecuta de manera silenciosa, capaz de generar alteraciones emocionales en quien lo sufre, inclusive puede ser tan grave que llega a menoscabar emocionalmente tanto a quien lo padece que puede llegar hasta el suicidio o inducción del mismo.


De acuerdo a lo mencionado por una de las ONG referentes al ciberacoso, bullying sin fronteras, Colombia, a nivel mundial se ubica en el puesto 9, esto significa que de cada 10 niños, 7 sufren acoso escolar. Es decir, en el año 2022, hubo 41.500 casos de bullying escolar y/o ciberacoso.


La definición jurídica de Ciberbullying, de acuerdo a la ley 1620 del 2013 en Colombia, es :


Ciberbullying o ciberacoso escolar: Forma de intimidación con uso deliberado de tecnologías de información (internet, redes sociales virtuales, telefonía móvil y videojuegos online) para ejercer maltrato psicológico y continuado.


Ahora bien, para complementar esta definición, uno de los autores mas representativos, nos indica que existen 4 componentes:


Un comportamiento agresivo intencional con carácter perpetrador y una víctima que están en desequilibrio de poder y que ocurre a través de las tecnologías electrónicas( Kowalski, Giumetti, Schroeder, & Lattanner, 2014; Kowalski, Limber, & Agatston, 2012; Patchin & Hinduja, 2012))


Según el ayuntamiento de valencia, los adolescentes y ciberacoso


El ciberacoso o ciberbullying entre iguales consiste en el uso intencionado de las tecnologías de la información y la comunicación por parte de algunos menores, con la intención de hostigar, acosar, intimidar, insultar, molestar, vejar, humillar o amenazar a un compañero o compañera.Lo que caracteriza al ciberacoso es que se trata de una conducta deliberada(no accidental),realizada a través de medios electrónicos o digitales por individuos o grupos de individuos que, de forma reiterada, envían mensajes hostiles o agresivos a otros individuos, o sobre otros individuos, con la intención de infligir daño a las víctimas.


Conductas de ciberacoso en niños y adolescentes. Hay una salida con la educación y la conciencia social( Bartrina, M) menciona:


Formas de ciberacoso:


Uno de los primeros textos sobre el ciberacoso fue el de la directora del Centro para un Uso Seguro y Responsable de Internet (Willard, 2006), institución situada en Estados Unidos. En él se establecía una diferenciación de los siete tipos de acción de la conducta de ciberacoso:


  • Provocación incendiaria o flaming: intercambio de insultos breves y acalorados en línea mediante el envío de mensajes electrónicos utilizando un lenguaje vulgar y enojado.


  • Hostigamiento o harassment: envío de imágenes o de vídeos denigrantes, seguimiento mediante software espía, remisión de virus informáticos y humillación utilizando videojuegos. Este tipo de hostigamiento es más unilateral, puesto que va dirigido a una persona.


  • Denigración o denigration: distribución de información sobre otra persona en un tono despectivo y falso mediante un anuncio en una web, envío de correos electrónicos, de mensajería instantánea o de fotografías de una persona alteradas digitalmente. Se pueden incluir también los cuadernos de opinión en línea.


  • Suplantación de la personalidad o impersonation: entrada en una cuenta de correo electrónico o en una red social de otra persona para enviar o publicar material comprometedor sobre ella, manipulando y usurpando su identidad.


  • Difamación y juego sucio o outing and trickery (‘salida y engaño’): violación de la intimidad, engañando para que la persona comparta y transmita secretos o información confidencial sobre otra a fin de promover rumores difamatorios.


  • Exclusión social o exclussion y ostracismo: supone la privación a la víctima del acceso a chats o a redes sociales. Las personas que han sido marginadas de esta manera pueden sumarse más fácilmente a otros grupos de la red con ánimo de venganza.


  • Acoso cibernético o cyberstalking: conducta repetida de hostigamiento y/o acoso con envío de mensajes ofensivos, groseros e insultantes y ciberpersecución. Se incluyen las amenazas de daño o intimidación que provocan que la persona tema por su seguridad.


Las repercusiones del ciberacoso


Como cualquier conducta agresiva, cabe esperar que el ciberacoso tenga consecuencias negativas en los adolescentes, tanto en el dominio de dificultades emocionales como conductuales. A pesar de ello, se ha investigado mucho sobre las consecuencias del acoso tradicional, pero se sabe menos sobre las consecuencias emocionales y conductuales del ciberacoso.

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Las pruebas disponibles sugieren que la cibervictimización parece asociarse tanto con problemas interiorizados como con exteriorizados (Fisher, Gardella y Teurbe-Tolon, 2016). En concreto, se relaciona con:


Así mismo, la ira y los sentimientos de frustración son frecuentemente experimentados por las cibervíctimas (Hoff y Mitchell, 2009; Patchin y Hinduja, 2006). Por otra parte, la literatura científica sobre la ciberagresión sugiere una relación significativa con depresión y ansiedad (Campbell, Slee, Spears, Butler y Kift, 2013) y con mayor abuso de sustancias (Bottino, Bottino, Regina, Correia y Ribeiro, 2015). En general, Ybarra y Mitchell (2004) señalan que, con independencia del rol con el que los adolescentes intervengan en el ciberacoso (ya sea como agresores o como víctimas), los adolescentes tienen mayores posibilidad de sufrir síntomas depresivos y problemas de conducta y ajuste socia

En el próximo Blog hablaré sobre la prevención y los recursos legales que tienen las victimas sobre bullying

 
 
 

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